La ciudad más septentrional de Chile es un verdadero campo base para la exploración de un oasis en el desierto, los lagos del altiplano o de la vecina y comercial ciudad peruana de Tacna.
Hay varias cosas qué hacer desde Arica. No sólo sus playas llaman la atención de los viajeros, la ciudad se transforma en un campo base para salir a conocer los mejores puntos de la región de Arica-Parinacota.
El Oasis de Azapa
El valle de San Miguel de Azapa es un viaje que no requiere un largo recorrido. Son sólo una decena de kilómetros las que lo separan de Arica, pero que cambian diametralmente la geografía. Esta zona es un oasis en que el verdor reaparece en medio de tanto desierto y que ha sido afamada por sus frutos cítricos, por sus aceitunas y aceites de oliva.
Pero aún más famoso es por ser hogar del Museo arqueológico San Miguel de Azapa, hogar de las momias más antiguas del mundo: las de la cultura Chinchorro, con más de 7 mil años de antigüedad en promedio. El lugar es algo realmente transformador en el sentido histórico y cultural de la visión precolombina y sus enormes avances científicos y de su cosmovisión de la vida y de la muerte. Hay geoglifos en el cerro Sagrado con enormes figuras zoomorfas y antropomorfas, además del pucará de San Pedro de Azapa, con casi 9 siglos de existencia.
El Altiplano
Uno de los lugares más visitados es el altiplano ariqueño. El hermoso poblado de Putre. A más de 3550 metros de altura y a 141 kilómetros al Este de Arica, es la antesala de toda esta zona de altura y que ha sido catalogada por las UNESCO como Reserva de la Biosfera Lauca por su enorme caudal ecológico preservado por el parque nacional Lauca, la reserva nacional Las Vicuñas y el monumento nacional Salar de Surire.
Hay pequeñas villas como Parinacota, con medio centenar de habitantes que viven sobre los 4 mil metros de altura y una bella iglesia encantada, varios trekkings por entre llamas y vicuñas que pastan felices y hermosos volcanes como el Parinacota que junto con el lago Chungará, serán una de las mejores postales que podrás fotografiar.
Hay que tener ciertos cuidados con la aclimatación a la altura, tanto para personas como automóviles.
Tacna
Sólo 58 kilómetros y dos fronteras separan a las ciudades de Tacna (Perú) y Arica. Tacna es una ciudad súper comercial y en que los precios disminuyen bastante, además de ser un buen panorama para un viaje de una jornada.
¿Cómo ir desde Arica a Tacna?
Hay que acercarse al terminal internacional de buses de Arica y elegir entre alguna de las decenas de ofertas de taxistas que por poca plata te llevan en auto compartido. Los vehículos son como sacados de una película de los ‘70 y, en precios, no hay mayor diferencia con los buses. Los trámites aduaneros son algo demorados (depende de la suerte del paso).
En Tacna puede aprovechar desde sesiones médicas a bajo costo hasta ropa de marca, pero lo que sin duda hay que experimentar es su gastronomía.
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